miércoles, 8 de mayo de 2013

ENMASCARAMIENTO

ENMASCARAMIENTO
La realización de enmascaramientos es un proceso de vital importancia durante la fase de pintura de cualquier maqueta, y de su dominio depende el buen acabado de éstas. En este primer capítulo describiremos los materiales a utilizar y sus fundamentos.
En realidad, la palabra correcta anotada en el diccionario español que sirve para definir este tipo de utensilios es la de estarcido; aunque comúnmente también se les denomina enmascaramientos, mascarillas, plantillas, etc. «Estarcir» significa estampar dibujos, letras o números pasando una brocha por una chapa en que están previamente recortados. La gama de enmascaramientos o estarcidos que un modelista puede utilizar es casi infinita, depende de su habilidad, imaginación y experiencia. Cualquier objeto o material puede valer, siempre que sirva para conseguir el efecto deseado.
La realización de una mascarilla determinada es casi siempre una tarea laboriosa que debe hacerse con suma precisión, pues ella es la que delimita los contornos y las formas dc’ los colores. El acabado que permiten supera con mucho, por ejemplo, al de las calcomanías. Por su naturaleza, la mayoría de los métodos utilizados en modelismo están pensados para la aerografía, pero también los
hay que pueden combinarse con el trabajo a pincel o spray.
El uso de enmascaramientos implica una serie de procesos que pueden afectar, incluso, a la fase de montaje de los modelos. La clase de estarcidos a emplear también depende de los efectos y esquemas que se deseen reproducir. A su vez, éstos deben ser aplicados según un orden lógico, determinado por diversos factores como el color o los tipos de textura y acabado que se quieran conseguir. Una maqueta no se debe comenzar a enmascarar por cualquier sitio, y en el caso de emplear diversas tonalidades tampoco aplicar la primera que se nos ocurra.
ESTARCIDOS SIMPLES
También se les denomina enmascaramientos aéreos, móviles o flotantes, y son todos los que no necesitan de ningún adhesivo para ser fijados sobre las superficies que se vayan a decorar. Puede utilizarse el borde recto de una cartulina, papeles rasgados, rejillas, plantillas de dibujo, troqueles, etc. Los contornos de las manchas o dibujos obtenidos con ellos dependen de los factores: el grosor del estarcido y la distancia a la que éste se encuentra del objeto. A medida que ésta sea mayor los bordes serán más difuminados pero siempre resultarán definidos.
Los estarcidos simples casi siempre se recortan sobre cartulinas o papeles de diferentes tipos, un sistema muy versátil y económico, pero el mejor material para realizar enmascaramientos es un acetato especial denominado «triacetato». que tiene las ventajas de ser muy fino, transparente, lavable y ajustable a los volúmenes curvos de las maquetas, aunque posee el inconveniente de su elevado precio. Solamente puede adquirirse en los buenos establecimientos dedicados a los materiales de bellas artes y dibujo, preferentemente especializados en aerografía. El triacetato no necesita ser traspasado por la hoja de la cuchilla; basta con realizar una pequeña incisión con la punta de ésta sobre el dibujo o contorno establecido y partirlo después por las líneas resultantes. El acetato común no presenta dicha característica.
Para definir el tipo de mascarilla que mejor se adapte al trabajo concreto que debamos realizar y a las superficies, elegiremos un tipo de papel para recortarla según su dureza y grosor. Sobre los relieves redondeados y en ángulo puede ajustarse un papel fino, como las hojas corrientes de los cuadernos o el papel de croquis. Algunos materiales se deforman con el agua y los disolventes empleados para diluir los colores, como es el caso del papel vegetal, provocando que los contornos resultantes no sean los deseados.
Para pintar insignias y emblemas sobre una superficie plana se puede utilizar un material más grueso y duro, como la cartulina; aunque si lo que necesitamos es un estarcido duradero, que sirva para reproducir muchas veces un mismo motivo, lo mejor es recortarlo sobre triacetato e incluso una lámina fina de metal o plasticard. En general los mejores enmascaramientos aéreos son los que se recortan sobre un material transparente, ya que permiten observar su ajuste respecto a otras mascarillas y colores aplicados.
Como ya se ha comentado antes, la gama de estarcidos simples que pueden adaptarse a la pintura de las maquetas es muy variada. El algodón previamente conformado es excelente para reproducir las pequeñas manchas semicirculares de algunos camuflajes y las rejillas de plástico o metal se pueden destinar, por ejemplo, para elaborar el dibujo de las telas en los asientos de los modelos de automóviles. Lo mismo sucede con las plantillas usadas en dibujo técnico, como las de círculos y elipses, o incluso determinadas piezas en metal fotograbado que sirven para detallar los kits.
En ocasiones, un poco de observación previa puede librarnos de un trabajo que en apariencia sea exageradamente laborioso. Supongamos, por ejemplo, que debemos pintar la ingente cantidad de ventanillas que presentan los laterales de un avión comercial moderno. Antes de pasar muchas horas colocando calcomanías, o de pintarlas una a una, quizás sea conveniente comprobar si el tamaño y la forma de los huecos que presentan los bordes de la película fotográfica corriente se ajustan a lo que deseamos... El objeto más insospechado puede servir para obtener unos resultados excelentes, ahorrarnos mucho tiempo y pesada labor.
En algunos casos los estarcidos simples deben fijarse momentáneamente sobre las superficies de las maquetas. Para este fin existen adhesivos de tipo reposicionable envasados en spray. Las características del pegamento que contienen permiten pegar y despegar varias veces un enmascaramiento sin afectar las capas de pintura que ya se hayan aplicado, siempre que estén perfectamente secas. Los restos de pegamento que hayan podido adherirse a los pigmentos se eliminan fácilmente con un paño suave impregnado en gasolina de mechero. Basta con pulverizar de modo ligero sobre el papel para que éste adquiera mordiente y se pegue. Para este fin también se puede emplear el Micro Metal Foil, que se aplica a pincel.

ESTARCIDOS ADHESIVOS
Los enmascaramientos adhesivos se emplean para reproducir los dibujos más precisos y complicados de las maquetas, para obtener contornos muy nítidos y duros entre los colores y para enmascarar los detalles más pequeños. Por sus características, estas mascarillas requieren pigmentos que se fijen bien a las superficies y que sean resistentes una vez secos. Para trabajar con estarcidos de este tipo es aconsejable imprimar los modelos y respetar escrupulosamente el tiempo de secado de las pinturas. Los esmaltes de tipo oleoso, diluibles en aguarrás o disolvente, son los que mejor soportan el hecho de pegar y despegar dichos enmascaramientos.
Para obtener cualquier clase de contornos o líneas rectas basta con utilizar tiras de cinta adhesiva. Además de las que se comercializan para uso corriente existen cintas especiales de diferentes grosores, fabricadas con un material elástico que permite adaptarlas a las curvaturas y volúmenes de las piezas.
Sin embargo, el enmascaramiento más utilizado y versátil es el papel adhesivo empleado por los ilustradores que dibujan con aerógrafo. Normalmente se vende en rollos y no resulta demasiado caro. Es transparente y se recorta con suma facilidad, además de poseer un grado de adherencia medio; pudiéndose emplear sobre pigmentos poco resistentes, como tintas, y sobre capas muy finas de pintura.
Para recortar una mascarilla sobre este papel casi siempre se utiliza como guía un dibujo o esquema previo, realizado con la mayor precisión posible. De él obtendremos una silueta en negativo y otra en positivo de cada forma, según sus colores, utilizadas indistintamente para cubrir una zona con pintura y protegerla después al aplicar las tonalidades adyacentes. El empleo de este material es muy sencillo, ya que los buenos resultados dependen exclusivamente de nuestra habilidad al recortarlo con la cuchilla.









MASCARILLAS LÍQUIDAS
Los fluidos enmascaradores, como el Maskol de Humbrol y el Micro Mask, se aplican a pincel y están compuestos de una sustancia similar al látex, secan rápidamente y son bastante flexibles. Su empleo es muy restringido ya que no permiten realizar mascarillas de precisión, aunque son excelentes para otros cometidos, como el hecho de proteger pequeñas piezas transparentes. Una vez utilizado se pueden eliminar con unas pinzas, una goma de borrar o con la punta de una cuchilla. Si se emplea sobre zonas pintadas resultará aconsejable efectuar un ensayo previo, porque puede alterar la tonalidad de algunos colores. Tampoco es conveniente que esté depositado demasiado tiempo sobre los elementos enmascarados, porque tiende a fraguar con los pigmentos y producir que salte la pintura al despegarlo.
Precisamente es ideal para reproducir el efecto de colores descascarillados, mediante un proceso de trabajo bastante sencillo. Si lo que se desea es que aparezca el metal natural del modelo sobre las otras pinturas, comenzaremos dando una imprimación de plata o aluminio a todas las piezas, tapando luego las zonas deseadas con Maskol y repintando después con los tonos propios del esquema a reproducir. Al eliminarlo haremos saltar las capas superiores de pintura, obteniéndose un efecto bastante realista.
INSTRUMENTOS DE CORTE
Existen utensilios específicos para recortar enmascaramientos circulares y ovalados, y cuchillas especiales con hojas giroscópicas que se adaptan a las formas y contornos más sinuosos, aunque no existe ninguna mascarilla que no pueda recortarse con la cuchilla triangular de tipo universal y nuestra habilidad con ella.
Es muy importante destinar las hojas nuevas para este cometido. Una cuchilla de este tipo soporta perfectamente el recorte de varios estarcidos, siempre que solamente se empleen para este fin. Las hojas que tengan la punta rota deben ser desechadas.
El instrumento de corte no puede ser utilizado de cualquier manera. El movimiento de la mano y la muñeca debe tener un sentido para que las formas recortadas aparezcan con contornos naturales, sin irregularidades. Las personas diestras tienen que recortar las mascarillas de izquierda a derecha y si es el caso de un círculo, de arriba a abajo. La hoja de la cuchilla debe mantenerse en ángulo respecto al sentido de corte, sin que la punta pierda nunca el contacto con las líneas de guía. Si recortamos un enmascaramiento muy complicado será necesario efectuar pequeños descansos para relajar la mano y comprobar que nuestro trabajo va por buen camino. En ocasiones tendremos que utilizar una regla metálica o cualquier otra plantilla para realizar cortes precisos.
En nuestro próximo capítulo pasaremos de la teoría a la práctica, describiendo una serie de procesos para enmascarar y tomando como ejemplo los casos más comunes que pueden presentarse al decorar una maqueta.






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